LA OBRA INCONCLUSA
Y allí estaba, repasando nuevamente esa lista del cliente, su vecino
El del quinto C, repasando y a medida que trataba de entender
Tan original pedido, más se desesperaba por saber cómo lo lograría
Porque él era un artesano, el artesano, no cualquier artesano
Por momentos pensaba ¿ por qué no lo habré rechazado?
O le podría haber dicho NO ES EL MOMENTO, ESTOY ESCASO DE TIEMPO
Cosa que no era cierto, si ya le había comentado a la portera, la indiscreta
Boca suelta, la falta de trabajo que le aqueja.
Seguramente fue ella la de la idea, de conseguirle trabajo, como sea
Pero eso ya no importaba, puso manos a la obra, el tiempo no le sobraba
No a él , sino al cliente, pobre tipo tiene asma y le cuesta una agonía
Llegar caminando o jadeando hasta la puerta de su casa.
Jodido edificio, maldecía, ni un puto ascensor que funcione
Gritaba al final de cada día.
Pasó todo el día tratando de cumplir con el encargo
Inventar o reinventar una escalera mecánica, no podía, no lograba
Hacerla funcionar como él quería, que llegara al quinto C
Sin problemas, no podía, no sabía.
Llegó la noche y todo el vecindario comentaba, desolado
La repentina muerte del artesano y lo más extraño
Fue la carta, dirigida a su vecino más cercano, su cliente
LE DONABA SUS PULMONES A CAMBIO DE LA ESCALERA REQUERIDA
PINI